El que espera, desespera
¡Ay! ¿Cuántas veces nos decimos? El tiempo todo lo acomoda, todo lo pone en su lugar. Y acabo de decir una palabra muy particular. Si estás esperando que el tiempo lo acomode, significa que cómodo no estás. Pero no te preocupes, sentate y espera, porque la respuesta que estás dando es hacer nada.
Y de repente los días empiezan a pasar. Y casualmente, hay otra frase que siempre usamos: “El que espera, desespera”. Y ahora, ¿qué hacemos porque apareció la ansiedad? Te das cuenta que, sea que elijas evitar la incomodidad o que elijas la ansiedad desesperante, en ningún momento el tiempo hizo nada, solo cambió una emoción por otra.
¿No será que, a todo esto, el que tiene que hacer algo sos vos? Porque parecen frases que nos ayudan muchísimo, pero lo único que hacen es detenerte. Solo cambias entre desesperar o estar incómodo. No es más fácil mirar, agarrar, y dejar de esperar, dejar de estar incómodo y dejar de estar ansioso.
¿Se dan cuenta? El tiempo solamente pasa, pero también se pierde. Es muchísimo más fácil hacerse cargo de esa emoción que, por supuesto, no va a ser un momento de gran felicidad. Pero, ¿quién dijo que tenemos que ser 100% felices constantemente? Sin embargo, sí tenemos que todos los días ir en búsqueda de eso. ¿No les parece?